D E U N A

Sitio destinado a proponer puntos de vista sobre la contingencia, analizando los acontecimientos que dan forma al diario vivir entre los chilenos.

Friday, January 09, 2009

Bajada de Lagos

¡¡Fuera los seconds!!

Patricio Araya G.
Periodista

Ahora que el ex Presidente Ricardo Lagos se sinceró con sus partidarios –en especial con sus prematuros proclamadores pepedeistas– lanzando la toalla, no desde el rincón (comando) como suele hacerse en estos casos, sino desde el centro del cuadrilátero –demostrando escasa voluntad para una pelea de largo aliento, donde los primeros a vencer eran sus colegas de la misma federación pugilística– ya es hora de sentarse a ver cómo se desarrollará a partir de ese desistimiento el verdadero campeonato. A contar de ahora lo más importante no será lo principal, sino lo accesorio. Por el momento ninguno de los presuntos candidatos ha manifestado lo que debería ser su interés fundamental: los gobernados. En esta etapa de aprontes, el electorado no será considerado, o mejor dicho, hibernará hasta la próxima convocatoria. Lo que sí veremos es cómo saltan al ring los “tapados”, aquellos candidatos inconfesos, esos que han estado esperando como el gato a que abran la carnicería.

Lagos les lanza una toalla seca, que de sólo palparla puede notarse la falta de lucha. Ese otrora trapo sudoroso y ensangrentado por la hombría del que estaba dispuesto a perder la conciencia, y hasta la vida si fuere necesario, es lanzado con cierta displicencia por el ex mandatario (y un poco de cobardía también), a sabiendas que hay muchos esperando que baje del ring para que ellos puedan subir a dar la pelea. Su rincón toma esta toalla inmaculada y, sin pensarlo dos veces, la utiliza para secarse las babas que le produce semejante renuncia, no porque no lo quisieran ver a él compitiendo por volver todos juntos a La Moneda, donde tanta falta hacen –según ellos–, lo hacen henchidos de felicidad porque saben que su turno ha llegado.

Los nombres disponibles dentro de la Concertación para oponerse a la creciente posibilidad del hasta ahora único candidato de la Alianza, Sebastián Piñera, se han venido barajando y desplomando al ritmo monocorde del que sabe que no tiene más naipes que tirar a la mesa. Los radicales –tres veces gobierno– han lanzado con cierta timidez su única carta: el ex ministro de Justica y actual senador y presidente de la colectividad, José Antonio Gómez. El senador por la región de Antofagasta posee los méritos suficientes para ser el elegido: buena imagen pública, seriedad, honradez, trabajador, joven. Sin embargo, su nombre no logra concitar el interés común del oficialismo, pese a que sin experiencia parlamentaria previa, logró destronar a la ex senadora Carmen Frei de un reducto seguro para la DC. Aunque Gómez no está descartado del todo, al parecer, la cosa va por otro lado. Dentro de la misma tienda concertacionista, eso sí.

El senador Alejandro Navarro, por su parte, más que méritos propios –que puede o no tenerlos– suma como capital político el portazo que le dio a su casa matriz: el Partido Socialista. De allí se fue junto a unos que lo siguieron con la idea de formular un proyecto diferente, que hasta ahora no logra tomar cuerpo. Habrá que ver si el año que resta para la justa presidencial es suficiente para permitirle asentar sus ideas modernizadoras y reivindicatorias a la vez. Se trata de un hombre joven, apasionado, pero que carece de la madurez política necesaria para habitar La Moneda, y desde allí, gobernar a 16 millones de chilenos que, más que un revolucionario con poder, pretenden ser dirigidos por una persona que tenga en mente el verdadero desarrollo del país.

De todos los nombres posibles, hay uno en particular, el senador por Santiago Poniente, Guido Girardi, que siente que alguien podría proponerlo. Este tribuno ha venido preparando su estrategia desde que estaba en el antiguo SESMA, luego como diputado del distrito familiar, hasta llegar al Senado. Girardi debe ser el que saltó más alto para coger la toalla de Lagos, tal como hacen los invitados a la boda para coger el guante del novio. Girardi debe estar pensando que el río revuelto le traerá el regalo que tanto anhela: ser el candidato que unifique a los llamados progresistas con aquella parte de la Concertación que se ha sentado a esperar que el milagro de la unción de un candidato único acabe con su inminente derrota. Por su maquiavélica mente deben circular a mil por hora los planes para desarticular cualquier pretensión similar al interior del PPD. El ministro de Obras Públicas, Sergio Bitar, ya ha dicho que no tiene aspiraciones presidenciales. Entonces, ¿quién podría representar un escollo en el camino de Girardi? En su partido, nadie. Sólo debe concentrarse en el actual Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, quien, a la luz de los hechos, estaría dispuesto a dejar su cómoda oficina en Washington para sumarse a las primarias, donde un cada vez más consolidado ex Presidente Eduardo Frei, lo espera para la lucha final. Es decir, la Concertación tendría que decidir entre dos alternativas: un DC y uno que surja entre socialistas y pepedeistas.

Girardi tiene lo suyo. Su fortaleza es haber sido elegido tres veces diputado y una, senador. Insulza, en cambio, nunca se ha sometido al escrutinio popular. Su elección en la OEA fue producto de un proceso negociado entre gobiernos y bloques de poder. El senador corre con ventajas respecto al diplomático. Hay más. Girardi ha sido presidente de su partido. En la actualidad ejerce su Vicepresidencia, y desde allí mueve los hilos a su antojo. Su aliado es el presidente del PPD, Pepe Auth. Este ex embajador en Suecia (no en la calle Suecia de la UDI) posee el mérito de ser el artesano que esculpió la lápida de la DC, y la salida del escenario presidencial de la senadora Soledad Alvear, una menos en los propósitos de Girardi. La cuestionada idea de las dos listas separadas con que la Concertación enfrentó las elecciones de concejales nació (supongamos) de la cabeza de Auth. Luego éste se apresuró en proclamar a un Lagos que ni siquiera se mostraba interesado. La idea de la cúpula PPD, al fin, no era ver a Lagos en La Moneda, era, qué duda cabe, darle la oportunidad de decir no. Y lo dijo el jueves 4 de diciembre. “No soy ni seré candidato”, aseguró sin mayores estridencias el ex mandatario en su Fundación Democracia y Desarrollo, en medio de una concurrida conferencia de prensa. “Dos menos”, debe haber sentido Girardi.

Por su parte, el senador y presidente del Partido Socialista, Camilo Escalona, ruega a todos quienes puedan oírlo, que su candidato José Miguel Insulza traiga bajo la manga su renuncia a la OEA, para poder ponerle los guantes y lanzarlo al ring. ¿Contra quién? Esa respuesta debe tenerla la gente del PPD. Para eso se reunieron en la casa de Pepe Auth, para decidir quién le pega primero al gordo de Escalona. Con certeza deben estar maquinando la estrategia. “Que se lo sirva Frei”, “No, mejor que sea Guido”. Pero Girardi no es gallo de pelea. No de las limpias, al menos. Tal vez él prefiera el método siciliano que asegura buenos resultados electorales y políticos. Pobre Pánzer, tendrá que luchar contra algo mucho peor que una simple nominación, tendrá que hacerlo contra una máquina de poder demasiado perversa, para la cual sus “inocentes” socios de la calle Paris se revelan como unos niños de pecho. Es de esperar que Pepe Auth guarde silencio esta vez, y no salga en los medios anunciándonos en los próximos días que “Guido es nuestro hombre: él quiere ser Presidente”. ¡Dios nos libre! ¡Por qué no te callas, Pepe Auth! Al menos esta vez.

Lo que veremos de ahora en adelante, hasta las inciertas primarias concertacionistas, al menos, será una lucha a campo abierto, donde lejos de preocuparse por el diseño de un futuro gobierno, los ansiosos candidatos a algo, estarán más preocupados de desbancar a sus rivales, a codazo limpio, si fuera necesario. El ring está vació, esperando que los Don King criollos lancen a sus créditos. ¡¡Fuera los seconds!!

0 Comments:

Post a Comment

<< Home