D E U N A

Sitio destinado a proponer puntos de vista sobre la contingencia, analizando los acontecimientos que dan forma al diario vivir entre los chilenos.

Friday, November 10, 2006

Cuando el río suena...

Las terroríficas llamadas de don Vito
El vespertino La Segunda reproduce en la edición del viernes 3 de noviembre una conversación entre el cuestionado senador Girardi y una ex colaboradora del PPD, quién asegura haber sido contactada en la víspera por el parlamentario para advertirle que “te van a llamar de La Tercera y yo lo único que quiero es que digas que sí, porque tú apareces como que me arrendaste una bodega en San Bernardo” A lo que la mujer respondió: “pero Guido, ¿cómo me pedís una cosa así, si yo nunca te cobré un peso, nunca te arrendé ni nunca trabajé en tu campaña? (…) ¿cómo me podís pedir una gauchada, cuando me quitaste el pan de la mesa?... Para tranquilidad de la ex funcionaria, el senador de inmediato le ofrece trabajo en la Municipalidad de Lo Prado, una de “sus” 31 comunas.

Para muchos este tipo de llamados puede resultar chocante, escalofriante, repugnante, mafioso, por decir lo menos. Para otros, esta coloquial forma de hacer política, por desgracia, es mucho más cercana de lo que quisiéramos. Es el “estilo Girardi” de acercarse a la cosa pública. Al leer esta información (La Segunda, página 18, viernes 3/11/06), no pude sino recordar cómo opera la maquinaria del giradismo a todas horas del día.

Con el objeto que los lectores del periódico comunal El Cerro –al que pertenecí hasta agosto pasado– estuvieran oportuna y debidamente informados, en octubre del año 2005, el equipo decidió elaborar una edición especial sobre las elecciones (parlamentaria y presidencial) que se llevarían a cabo en diciembre. Para ello, contactó a los comandos de los seis candidatos a diputados por el distrito 18 (Carlos Olivares, Guido Girardi –padre, Oscar Hernández, José Antonio Salinas, Miguel Schweitzer y Pedro Pablo Díaz); lo propio hizo con los comandos de los aspirantes al Senado por la 7ª Circunscripción (Jovino Novoa, Guido Girardi – hijo, Andrés Zaldívar, Eduardo Artés, Gonzalo Rovira y Roberto Fantuzzi).

Con la sola excepción del hoy senador Guido Girardi, todos los candidatos accedieron gustosos a entregar sus propuestas a través de entrevistas realizadas por el suscrito en sus respectivos comandos u oficinas. Sin embargo, en innumerables oportunidades tratamos de contactar infructuosamente al entonces diputado Guido Girardi para concretar su entrevista. Sin embargo, aunque nunca se negó, la dilató hasta el final, conciente que los plazos de la ley electoral nos jugaban cada día en contra, pues ésta prohíbe todo tipo de propaganda política 72 horas antes de una elección. Finalmente, la entrevista a Girardi se efectuó el 12 de noviembre en el edificio del PPD, en Morandé 115.

A todo el retraso que ya veníamos arrastrando a la espera de la referida entrevista, vino a sumarse un hecho mucho más grave aún. Un día después de mi conversación con el entonces candidato a senador por Santiago Poniente, fui contactado telefónicamente por Carolina Codoceo, jefa de gabinete de la alcaldesa Cristina Girardi, de Cerro Navia (Directora del periódico El Cerro), quien en escuetas palabras me ordenó entregarle las cintas con las doce entrevistas realizadas por mi para “revisarlas”. Cuando le manifesté mi preocupación por el tono de sus palabras y lo inoportuno de la hora de su llamado (22 horas), me manifestó que se trataba de una orden superior. “¿Quién lo ordena?, le pregunté. “La Cristina (Girardi)”. Entonces le hice saber que mi jefa directa era la entonces Encargada de Comunicaciones y editora general del periódico El Cerro, la periodista Zabrina Pérez, y era a ella a quien yo debía entregar las entrevistas para que las editara, y que de lo contrario, yo entendía que si a esas alturas de la noche se la estaban “saltando”, yo lo interpretaba como una falta de confianza de la alcaldesa hacia su jefa de Comunicaciones.

En definitiva me negué a entregar las cintas con las entrevistas, y previa conversación con mi jefa, puse mi cargo a disposición de la alcaldesa, cuestión que no fue aceptada por ésta. En los días posteriores, y luego de haber vencidos todos los obstáculos posibles de imaginar, no sólo logramos poner en circulación los 34 mil ejemplares con el especial “Parlamentarias en Cerro Navia”, sino también pudimos confirmar nuestras aprehensiones.

Quien realmente estaba detrás de la orden que recibió Carolina Codoceo, era el propio diputado Girardi, indignado por el tipo de las preguntas de la entrevista. Aunque después su mujer, la concejala de Cerro Navia, Paula Echeñique, me aclaró que “Guido no estaba molesto por las preguntas”, y que sólo se había incomodado por el hecho de que nosotros (el periódico El Cerro) estuviéramos dándole espacio a los otros candidatos, en circunstancias que “a él, ningún alcalde, le da un espacio en sus diarios comunales” refiriéndose a las otras comunas de la circunscripción. Entonces le pregunté a Paula Echeñique: “¿El diputado Girardi cree que el diario y la municipalidad de Cerro Navia, son de su propiedad?”. Su atónita esposa no supo qué responderme.

Siempre estuvimos concientes que la tardanza de Guido Girardi en concedernos la entrevista, estaba relacionada con la seguridad que su hermana alcaldesa no autorizaría la circulación de una edición especial donde no apareciera él, cuestión que perseguía restarle presencia a los otros candidatos. Nuestra única esperanza de publicar era la presión que legítimamente ejercerían los otros entrevistados. De eso estábamos seguros. Una vez editadas, las entrevistas fueron revisadas por Carolina Codoceo.

Esta historia, que tiene otras aristas, es mucho más extensa, terrorífica, y da cuenta de el mencionado “estilo Girardi”. Para concluir sólo quisiera plantear una inquietud. En su endeble defensa, el ahora senador Girardi, ha dicho que usó una factura de la empresa fantasma Publicam para justificar pagos a sus brigadistas y “puerta a puerta”. ¿Acaso éstos últimos no eran funcionarios municipales de Cerro Navia –planta, contratas y honorarios– pagados por su hermana alcaldesa. O sea, ¿Pepito paga doble?

Las explicaciones que la familia Girardi le debe a sus incautos electores y a los desencantados habitantes de su comarca, son infinitas, como, por ejemplo, el abrupto despido de la última directora de Secplac, la militante PPD Carolina Roe, quien salió del municipio en medio de un escándalo por corrupción –no denunciado a la fiscalía–, en el que estaría involucrada por un fraude de más de $280 millones. ¿Qué hay detrás de aquello? ¿Acaso vamos a comenzar a presenciar una seguidilla de crímenes para tapar toda la putrefacción de los Girardi? ¿Acaso el estilo cortés de los Girardi incluya el envío de flores a los velatorios de sus víctimas?